martes, 21 de septiembre de 2010

Formación técnica y  tecnológica

Los cursos emanados por la ley son propedéuticos y complementario, remedial y compensatorio. Es posible entonces la conformación de un sistema de ciclos propedéuticos y complementarios, con dos tipos de formación totalmente distintas: la técnica y la tecnológica, y que forman dos tipos de recursos humanos muy diferentes entre sí.

La formación por ciclos propedéuticos; del técnico profesional al tecnológico, contiene entonces la  fundamentación conceptual y educativa. Es una propuesta de índole operativa, administrativa, de relaciones entre diversos tipos de instituciones, pero con sentido intelectual y académico. El acceso al ciclo tecnológico debe requerir el primer ciclo o, más bien, ingresar a la educación tecnológica requiere la formación técnica. Una importante conclusión es que la Ley es congruente y acertada, además de eficaz para el logro de los objetivos o intenciones propuestas, lo que los estudiantes necesitan.

Una dimensión importante convenientemente establecida en la Ley 749 es la fortaleza de instituciones académica y económica de la mayoría de las instituciones técnicas y tecnológicas, permite el ofrecer educación con calidad y pertinencia. Conviene recordar aquí que un porcentaje importante de estas instituciones técnico profesionales en el país y su tradición de formación práctica para ocupaciones.

Generan y acumulan los recursos y sinergias necesarios para una oferta de formación que cumpla los estándares mínimos –o registro calificado- definidos por el Estado, en áreas de Ingenierías y Administración, en las que pueden ofrecer programas. La existencia de este tipo de instituciones, en el nivel de educación superior, es consecuencia de la vigencia de un concepto de educación técnica como formación práctica, instrumental, para ocupaciones u oficios, Para este tipo de formación profesional o calificación ocupacional existen diversas  instituciones, como el SENA, o diversos tipos de programas no-formales de capacitación. Por tanto, no es posible seguir aceptando este concepto de educación técnica en el nivel de educación superior.

Esto implica la necesidad de encontrar una nueva denominación y ubicación, en el  sistema de educación superior, a la mayoría de las actuales instituciones denominadas como técnicas y tecnológicas que en realidad ofrecen carreras cortas en campos profesionales similares o afines a carreras universitarias y que además,  tienen  vocación,  interés, recursos, para ofrecer una educación tecnológica según los estándares internacionales de calidad requeridos para este tipo de  educación.
Ademas, la Ley 749 expone la definición tautológica que esta ley ofrece de ambos tipos de instituciones: las técnicas se definen por su vocación e identidad en actividades de formación técnica, y las tecnológicas por su vocación e identidad en actividades de formación tecnológica (!!). (Artículos 1º y 2º). La insistencia en mantener estos dos tipos de instituciones dio origen a los tres ciclos postulados en la Ley: el primero para las actuales instituciones técnicas, el segundo para las tecnológicas y el tercero, correspondiente al nivel profesional (Art. 3º). Esta es una situación inédita en la educación superior en el mundo y muy contraria a la racionalidad y objetivos de los sistemas de educación superior actualmente organizados en ciclos.

Al primer ciclo técnico pueden acceder tres (3) diversos tipos de estudiantes,diferenciados por niveles etáreos y educación previa (Art. 6º).
1. A él acceden estudiantes desde grado 10 de nivel secundario, mayores de 16
años. Quienes quieran continuar al 2º ciclo tecnológico deben graduarse de
bachilleres.
2. Bachilleres de colegios técnicos pueden homologar y validar el primer ciclo
técnico de nivel superior.
3. Se puede acceder al primer ciclo técnico con el Certificado de Aptitud
Profesional (CAP) del SENA.
4. Egresados del nivel medio, mayores de16 años, también pueden acceder al
primer ciclo técnico.


Una primera implicación es el inicio de la educación superior en Colombia a partir de los 16 años (cuando la edad mínima legal vigente en la mayoría de países es de 17 años), y desde el grado 10° o nivel medio, el que en la mayoría de países forma parte de los 12 años de escolaridad básica obligatoria.

Este inicio temprano en la educación superior tiene que ver con el hecho de que los estudiantes de grado 10º que accedan a programas del primer ciclo técnico ya no  estarán siguiendo programas del nivel medio sino programas de primer ciclo de educación superior, los que deben estar sometidos al requisito de tener ‘registro calificado’ para su funcionamiento, y además acreditación de excelencia si pretenden ofrecer el segundo ciclo.. Los bachilleres técnicos tendrán también que homologar y validar dicho programa de nivel superior.Esto le implica al MEN y al CNA la difícil tarea de definir condiciones o estándares
mínimos, para un contexto real de educación de nivel medio, que no es de su competencia intelectual ni institucional pero que de jure se convierte en objeto de regulación. Igual consideración se aplica a la acreditación de excelencia.

Como los programas de primer ciclo, que aspiren a superar su condición de terminalidad y ofrecer el segundo ciclo, deben cumplir por lo menos el requisito de registro calificado se genera el problema de definir estándares mínimos para programas que pueden recibir estudiantes tan disímiles y heterogéneos como los provenientes de las 4 situaciones ya señaladas: estudiantes de grado 10º, egresados del nivel medio, estudiantes con CAP-SENA y bachilleres técnicos. Pretender ofrecer educación superior, de calidad, a un grupo estudiantil tan heterogéneo es una tarea imposible.

Las actuales exigencias sociales, culturales y económicas del país hacen que las propuestas educativas tanto en la educación formal como en la formación para el trabajo, propicien desde las políticas educativas, el espacio para que la población colombiana pueda acceder y proyectarse en los contextos productivos, sociales y competitivos, con calidad y pertinencia en su formación. En este sentido, los Ministerios de Educación y Protección Social, a través del Viceministerio de Educación Superior y el Servicio Nacional de Aprendizaje Sena, vienen adelantando de manera conjunta acuerdos que posibiliten aprovechar los avances logrados en el campo de la formación del recurso humano, para definir espacios de integración, mediante el establecimiento de equivalencias de programas de formación profesional integral desarrollados y certificados por el Sena y programas de técnicos profesionales y tecnólogos de la educación formal en el nivel superior, con el propósito de brindar la posibilidad a los egresados del Sena de continuar estudios universitarios, mediante la modalidad de los ciclos propedéuticos.

Se tiene previsto la realización de siete eventos regionales de capacitación con el propósito de fortalecer la capacidad académica de las Instituciones de Educación Superior; los eventos de capacitación serán teórico-prácticos, dirigidos a las instituciones de educación superior que ofrecen formación técnica y tecnológica, con el propósito que adquieran las herramientas básicas para la adecuación de los programas académicos al actual marco normativo, particularmente en lo referente a los temas de la redefinición, el cambio de carácter académico, los ciclos propedéuticos, los créditos académicos y las condiciones mínimas de calidad. Todo lo anterior de cara al cumplimiento de las condiciones mínimas de calidad que conduzcan al registro calificado. Principales enfoques:
• Garantizar un sistema educativo articulado y coherente en sus diferentes niveles, incluyendo la educación para el trabajo y el desarrollo humano, acorde a las exigencias de la sociedad colombiana.
• Desarrollar y fortalecer la cultura de la investigación y el desarrollo humano sostenible para responder adecuadamente a las necesidades de cada contexto y como aporte a la transformación socio cultural.
• Garantizar el acceso, uso y apropiación crítica de las TIC, como herramientas para el aprendizaje, el avance científico, tecnológico y cultural, que permitan el desarrollo humano y la participación activa en la sociedad del conocimiento.
Educación en y para la paz, la convivencia y la ciudadanía
• Diseñar y aplicar políticas públicas articuladas intra e intersectoriales, basadas en un enfoque de derechos y deberes, principios de equidad, inclusión, diversidad social, económica, cultural, étnica, política, religiosa, sexual y de género.
• Valoración y tratamiento integral de los conflictos, respeto por la biodiversidad y el desarrollo sostenible.
• Promover una educación en y para la paz a partir de la corresponsabilidad del Estado, las familias, la sociedad civil, los medios de comunicación, el sector productivo, las ONG y las comunidades educativas.

• Adoptar programas flexibles con enfoques diferenciales de derechos dirigidos a los grupos poblacionales en situación de desplazamiento, de vulnerabilidad y con necesidades educativas especiales.

Renovación pedagógica desde y uso de las TIC en educación

• Revisar el sistema de evaluación vigente para que contribuya efectivamente al mejoramiento de los estándares de calidad.
• Dotar y mantener en todas las instituciones y centros educativos una infraestructura tecnológica informática y de conectividad, con criterios de calidad y equidad, para apoyar procesos pedagógicos y de gestión.
• Fortalecer los procesos lectores y escritores como condición para el desarrollo humano.
• Fortalecer los planes de estudio de manera que respondan a las necesidades específicas de las comunidades y contribuyan a su permanencia en el sistema educativo.
• Implementar estrategias didácticas que faciliten el aprendizaje autónomo, colaborativo y el pensamiento crítico y creativo mediante el uso de las TIC. Ciencia y tecnología integradas a la educación
• Implementar una política pública para incrementar el desarrollo en ciencia y  tecnología.
• Formar el talento humano necesario para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la  innovación.
• Fortalecer la educación técnica y tecnológica, así como la formación para el trabajo y
el desarrollo humano para responder a las necesidades del mercado laboral, el sector productivo y la sociedad.
• Hacer pertinente la formación en ciencia y tecnología a partir de las necesidades y transformaciones que demandan el sector productivo y el mercado laboral, con  especial atención a las poblaciones rurales.

• Aumentar los recursos para garantizar el acceso y la permanencia de los educandos, en todos los niveles de la educación, que incluya población vulnerable, urbana marginal, rural dispersa, con necesidades educativas especiales, grupos étnicos  madres cabeza de familia y adultos.
• Incrementar la inversión para dignificar, profesionalizar y mejorar significativamente las condiciones laborales y salariales de los educadores.
• Capacitar a padres y madres de familia y/o tutores para que contribuyan en los procesos educativos y participen en las decisiones del sector.
• Incrementar la inversión de la nación y de los entes territoriales para garantizar cobertura, calidad, eficiencia y administración equitativa de los recursos destinados
a mejorar la infraestructura física, dotación tecnológica y modernización de las instituciones educativas.
• Fortalecer la ciencia, la tecnología, la investigación, la innovación y el  emprendimiento en todos los niveles y tipos de educación.
• Convertir la educación inicial en prioridad para la inversión económica nacional, regional y local de Colombia.
• Articular las instancias públicas y privadas del orden nacional, regional y local en el  desarrollo e implementación de la política para la primera infancia.
• Fortalecer los planes, programas y proyectos dirigidos al cuidado de la infancia, con el concurso del Estado, la familia y el sector privado.
• Impulsar programas de formación y cualificación de docentes de preescolar y de las  instituciones (escuelas normales y facultades de educación), como requisito para una  educación de calidad.
• Garantizar y promover por parte del Estado, el derecho y el acceso a un sistema  educativo público sostenible con calidad, permanencia y pertinencia, en condiciones de inclusión en todos los niveles del sistema educativo.
• Asegurar un sistema educativo coherente con los contextos y todos los niveles, que responda con las necesidades, caracterizaciones y exigencias del entorno, que reconozca la diversidad cultural, étnica y las creencias culturales.

• Promover la participación de la población vulnerable, con necesidades educativas especiales.
• Garantizar los apoyos pedagógicos, terapéuticos y tecnológicos para minimizar las barreras en el aprendizaje.
• Consolidar sistemas integrales de calidad que permitan la evaluación de instituciones y programas, y el desarrollo de las acciones gubernamentales dirigidas al mejoramiento y seguimiento de todo el sistema educativo.
Liderazgo, gestión, transparencia y rendición de cuentas en el sistema educativo
• Garantizar los procesos de formación para la gestión, el liderazgo y la participación en la construcción de políticas públicas educativas.
• Desarrollar procesos para el fortalecimiento de la articulación intersectorial, aseguramiento de la calidad y consolidación de la gestión educativa.
• Desarrollar procesos de transparencia que incrementen mecanismos de control, estructuración e implementación del sistema de información de la gestión educativa.
Otros actores en y más allá del sistema educativo
Principales enfoques:
• Promover la participación de la familia como principal responsable del proceso de formación de sus integrantes.
• Fortalecer la participación e incidencia de los sectores productivo, solidario y social en la educación, para garantizar una formación técnica, tecnológica y profesional con calidad y pertinencia.
• Incentivar la participación responsable de los medios masivos de comunicación, e impulsar la producción mediática de contenidos basados en criterios pedagógicos y educativos que contribuyan con la identidad cultural.
• Fortalecer la educación en y desde de los espacios culturales, sociales, políticos y naturales.


[1] Cobertura, Calidad y Pertinencia: Retos de la Educación Técnica y Tecnológica en Colombia”. Subdirección de Fomento. ICFES. Serie Calidad de la Educación Superior. No. 3. 2002. pp. 36-45.

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